Yo no te culpo, ni te castigo por las heridas que me has hecho. Yo no te condeno, ni te maldigo. Yo te miro y digo:
- Por el dolor que me causaste ,acaso ya te has satisfecho, viste ya mi sangre derramada, a tu lado inconsciente estoy. Dime, si tu violencia se ha aplacado. Acaso estoy herido. Acaso estoy muerto, delante de tu mano, puse tu mano. Por tu voluntad, por lo que fuese, igual ya te perdí. Y¿ por que lo hago? Hay una sola respuesta, y una sola explicación ,porque te amo, y no sea esto porque haya decidido sufrir ,porque sea parte del dolor, sino porque a ti nadie te habría dado mejor oportunidad para cambiar, y yo hasta mi vida te ofrezco, para que veas la nobleza no del sufrir sino el de perdonar y, esto conmueva tu alma, y cambié tu corazón. Entonces, me entenderías porque mi perdón es amor.
- Por el dolor que me causaste ,acaso ya te has satisfecho, viste ya mi sangre derramada, a tu lado inconsciente estoy. Dime, si tu violencia se ha aplacado. Acaso estoy herido. Acaso estoy muerto, delante de tu mano, puse tu mano. Por tu voluntad, por lo que fuese, igual ya te perdí. Y¿ por que lo hago? Hay una sola respuesta, y una sola explicación ,porque te amo, y no sea esto porque haya decidido sufrir ,porque sea parte del dolor, sino porque a ti nadie te habría dado mejor oportunidad para cambiar, y yo hasta mi vida te ofrezco, para que veas la nobleza no del sufrir sino el de perdonar y, esto conmueva tu alma, y cambié tu corazón. Entonces, me entenderías porque mi perdón es amor.
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Pintura y Escrito:
Oscar Basurto Carbonell
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